
Rosa Tejeda Vázquez de Theaux fue una pionera de la literatura en Villa María. Supo vencer los prejuicios de la época que consideraban extraño que una mujer fuera escritora. Publicó el primero de sus ochos libros en 1937 y participó en la creación de la filial local de la SADE.
Admiró a las poetas Gabriela Mistral, Juana de Ibarburu y Alfonsina Storni, precursoras de la literatura latinoamericana, y quiso emularlas a través de su obra. La licenciada Dolly Pagani considera que su plenitud creativa la alcanzó con “Los Cálices Plenos” (1981). Esta mujer no pudo ingresar al mapa literario argentino debido a la limitación de vivir en una ciudad del interior.
Ejerció con pasión su vocación de maestra, alcanzando cargos directivos. Quienes la conocieron señalan que poseía una personalidad volcánica y tierna a la vez, definiéndose a si misma como “flor de piedra”. Era amante del folclore y aficionada de la guitarra.
Admiró a las poetas Gabriela Mistral, Juana de Ibarburu y Alfonsina Storni, precursoras de la literatura latinoamericana, y quiso emularlas a través de su obra. La licenciada Dolly Pagani considera que su plenitud creativa la alcanzó con “Los Cálices Plenos” (1981). Esta mujer no pudo ingresar al mapa literario argentino debido a la limitación de vivir en una ciudad del interior.
Ejerció con pasión su vocación de maestra, alcanzando cargos directivos. Quienes la conocieron señalan que poseía una personalidad volcánica y tierna a la vez, definiéndose a si misma como “flor de piedra”. Era amante del folclore y aficionada de la guitarra.
Su rostro se parecía al de Alfonsina Storni a quien le dedicó el poema “Rostro y Destino”, incluido en “Los Motivos Plurales” (1972), compuesto por los siguientes versos: “Desde este remoto parecido nuestro/los leves caminos de los versos tuyos/llévame a tu puerto…/Me hundo en tus mareas, /los mares que vieron tu seno desnuda…/los mismos que hundieron la flor de tu cuerpo”.